Polvo de ladrillos...
Extrañamente, estoy otra vez escuchando el sonido de mi respiración hacia atrás, cuando nada se veía en el silencio... cuando las caricias se habían apagado, cuando las velas tenían el placer de consumirse frente a mis ojos, y cualquier ocultismo era fútil para volver a encenderlo...
Extrañamente, cualquier acorde me parece un blues que se consume en el espacio perdido de la memoria, donde los árboles se escapan para que el viento no los despoje de sus ropas... cuando nada era más puro que el solo sentido de la inocencia, cuando el viento era lo pulcro, y ni siquiera tus manos se imaginaban en mi piel.
Extrañamente, hoy la nostalgia se lleva mis despojos, y me trae otra nueva, que soy yo, que sos vos, que no es nadie... pero que es. Extrañamente los viejos clavos se han oxidado tanto que no hay posibilidad de encontrarlos más que en el polvo perdido de óxido que se cuela por las tierras, para darles sustento nuevo...
Hoy, soy otra... Pero extrañamente...
Hoy...
Soy...
Más yo que nunca.
Extrañamente, cualquier acorde me parece un blues que se consume en el espacio perdido de la memoria, donde los árboles se escapan para que el viento no los despoje de sus ropas... cuando nada era más puro que el solo sentido de la inocencia, cuando el viento era lo pulcro, y ni siquiera tus manos se imaginaban en mi piel.
Extrañamente, hoy la nostalgia se lleva mis despojos, y me trae otra nueva, que soy yo, que sos vos, que no es nadie... pero que es. Extrañamente los viejos clavos se han oxidado tanto que no hay posibilidad de encontrarlos más que en el polvo perdido de óxido que se cuela por las tierras, para darles sustento nuevo...
Hoy, soy otra... Pero extrañamente...
Hoy...
Soy...
Más yo que nunca.